Las aventuras de Sofi

Sofi y Antonio estaban jugando en una choza hecha de mantas y sillas. Sofi tenía un dragón de juguete que siempre llevaba con ella. De repente, el dragón cobró vida y comenzó a moverse. Antonio no podía creer lo que estaba viendo. El dragón les habló y les dijo que era un dragón mágico. Podía concederles un deseo. Sofi y Antonio se miraron emocionados.

El dragón les pidió que pensaran bien su deseo. Sofi tenía muchas ideas, pero una destacaba. Ella quería viajar con Antonio a un lugar especial. Sofi gritó emocionada: ¡A Grecia! Había leído sobre Grecia en un libro y siempre quiso visitarla. Antonio también estaba muy emocionado con la idea. El dragón sonrió y les dijo que su deseo sería concedido.

Sofi y Antonio comenzaron a preparar las valijas. Sofi eligió su ropa favorita y algunos juguetes. Antonio no se olvidó de llevar su osito de peluche. También empacaron algunos bocadillos para el viaje. Sofi miró su mapamundi y señaló Grecia con entusiasmo. Antonio saltaba de alegría mientras ayudaba a Sofi. Estaban listos para la aventura.

Sofi y Antonio llegaron al aeropuerto con sus valijas. Subieron al avión y encontraron sus asientos. Antonio miraba por la ventana, fascinado con las nubes. Sofi le contó historias sobre Grecia para mantenerlo entretenido. El vuelo fue largo, pero estaban muy emocionados. Finalmente, el avión aterrizó en Grecia. Sofi y Antonio no podían esperar para explorar.

Sofi y Antonio comenzaron su aventura en Atenas. Visitaron la Acrópolis y vieron el Partenón. Antonio estaba asombrado por los grandes templos. Sofi le explicó que eran muy antiguos y llenos de historia. También probaron comida griega deliciosa. Antonio se enamoró del yogur con miel. Fue un día lleno de descubrimientos y diversión.

Después de Atenas, Sofi y Antonio viajaron a una isla griega. La isla estaba llena de playas hermosas y aguas cristalinas. Pasaron el día nadando y construyendo castillos de arena. Sofi encontró una concha marina muy especial y se la dio a Antonio. Antonio la guardó como un tesoro. Por la noche, vieron un hermoso atardecer. Fue un día perfecto en la isla mágica.

Sofi y Antonio decidieron enviar una postal a Buenos Aires. Encontraron una tienda de recuerdos y compraron una postal con una imagen de Grecia. Escribieron sobre todas las aventuras que habían tenido. Sofi escribió sobre la Acrópolis y la isla mágica. Antonio dibujó un pequeño dragón en la esquina. Pusieron la postal en el buzón y sonrieron. Querían compartir su felicidad con sus amigos y familia.

Llegó el momento de regresar a casa. Sofi y Antonio empacaron sus cosas y se despidieron de Grecia. Subieron al avión y se acomodaron en sus asientos. Antonio se quedó dormido rápidamente, soñando con dragones y aventuras. Sofi miró por la ventana y sonrió, recordando todos los momentos especiales. Finalmente, llegaron a Buenos Aires. Sofi y Antonio estaban felices de estar en casa, pero nunca olvidarían su increíble viaje a Grecia.